Las noches vencidas
Una niña juega al borde una piscina. El agua está quieta. Se acerca al trampolín y observa. Luego salta. Y el salto es un salto a la ficción. Empieza a recorrer el espacio y el espacio que recorre es un contenedor de ficciones en el que ella va a encontrar relatos, situaciones, imágenes, historias que va a relacionar. Y como los niños, esta niña toma parte en el juego y rompe las historias, las cambia, las afirma o las hace estallar.
Esta niña es peligrosa y su juego inquieta. Porque en este juego nada está fijo y nada se detiene.
Ella no tiene miedo a caer, a jugar con las voces que llegan de esas historias, a escuchar lo inaudible, a hacer y deshacer los sonidos, a producir con lo producido, a producir desde lo producido. A post producir. Esta niña no tiene miedo a crear “nuevos órdenes”.
En esta, su sexta edición consecutiva, Panorama Sur logra llevar adelante un proyecto largamente deseado: producir un trabajo que de cuenta de la red de colaboración que venimos construyendo, permitiendo el intercambio de artistas de la región y demostrando que la gestión va, definitivamente, acompañada de la creación.
Tanto los directores como los autores participantes de Las noches vencidas, Palimpsesto formaron parte de las diversas ediciones de Panorama Sur. Ellos son: Eduardo Calla (Bolivia), Catalina Landívar (Argentina), Erik Leyton (Colombia), Agostina López (Argentina), Martín López Brie (México), Julián Mesri (Estados Unidos), José Manuel Mora (España), Fernando Ocampo (México / Chile), Gerardo Oettinger (Chile), José Pagano (Uruguay), Fabián Suárez Ávila (Cuba) y Paloma Vidal (Brasil). Las noches vencidas. Palimpsesto es, entonces, un texto construido entre nueve autores de diferentes países, con la dirección conjunta de tres directores cuyos contextos y referencias culturales difieren.